El oxígeno hiperbárico es una herramienta efectiva para el tratamiento de heridas crónicas o de difícil cicatrización. Mejora la calidad de vida de los pacientes, controla las infecciones y en algunos casos impide llegar a la amputación.
Cuando un tejido del cuerpo se daña, ya sea de forma aguda (una herida traumática) o crónica (como puede ser la exposición a tratamiento oncológico con radioterapia), se desencadena un proceso inflamatorio para tratar de eliminar la agresión y comenzar con el proceso normal de cicatrización y reparación.
Si esa inflamación se prolonga en el tiempo, ya sea por factores externos como las infecciones, o por características del paciente como diabetes y problemas circulatorios, esta lesión se transforma en una herida crónica. En estas condiciones, la cicatrización puede tardar meses e incluso años. La herida puede ser abierta (con tejido expuesto), o presentar un leve enrojecimiento crónico y doloroso de la piel que es frecuente en las lesiones producidas por la radioterapia (radiolesiones).
¿Cómo afecta a la calidad de vida una mala cicatrización de las heridas?
Las heridas crónicas pueden tener muchas consecuencias psicológicas: el resultado de la herida en sí misma, del dolor asociado o de los estigmas sociales. Por ejemplo, el mal olor y altos niveles de exudado pueden atribuirse a las úlceras. En ocasiones y ante este panorama, la persona puede presentar síntomas de ansiedad y depresión, una imagen negativa y exclusión social, lo que impacta negativamente en la calidad de vida de los pacientes.
A su vez, muchos pacientes disminuyen o suprimen todo tipo de actividad porque piensan que pueden tener complicaciones sobre sus heridas. El sueño también puede verse afectado e interferir en el sistema inmune. Incluso el gasto que implican las curaciones de esas heridas (vendas, apósitos y cremas, medicamentos) constituyen un factor importante, ya que tiene alto impacto en la economía del paciente y en los costos de salud.
A lo largo del tiempo, la lesión crónica puede progresar y avanzar. Muchas veces se infecta y se debe considerar la amputación, que agrava la condición del paciente.
¿Cómo se tratan las heridas crónicas?
El tratamiento puede variar de acuerdo a la localización y severidad de la herida. Si tiene que ver con alguna condición médica como la diabetes, es necesario atender el problema de fondo. Generalmente el tratamiento involucra alguna o varias de las siguientes opciones:
- Analgésicos y antiinflamatorios: disminuyen la inflamación y reducen el dolor.
- Antibióticos: previenen o tratan infecciones. Deben ser recetados por el médico.
- Desbridamiento: se remueve el tejido muerto que pueda entorpecer la cicatrización.
- Apósitos: protegen las heridas de infecciones o mayores lesiones.
- Terapia por presión negativa: se succiona el líquido de la herida.
- Terapia de oxígeno hiperbárico: se suministran altas concentraciones de oxígeno dentro de una cámara hiperbárica que está presurizada.
Muchas veces la falta de oxígeno (hipoxia) es el factor que impide la cicatrización de las heridas. Ante este panorama, aparece el tratamiento con cámara hiperbárica como una alternativa que le proporciona al paciente altas concentraciones de oxígeno. Esto facilita el proceso de cicatrización que se encuentra estancado en las heridas crónicas o no cicatrizantes.
¿Por qué es importante el oxígeno?
El oxígeno es necesario para la síntesis de colágeno, que a su vez es primordial para la regeneración de tejido, vasos sanguíneos, irrigación de la herida y cicatrización. Por otro lado, aumenta la capacidad de controlar las infecciones y potencia la acción de muchos antibióticos que se usan para tratar las infecciones crónicas en las heridas.
Según la Dra. Mercedes Portas, directora de la Comisión de Cirugía y Quemaduras de la International Hyperbaric Medicine and Research Association (Ihmera) y jefe de Departamento de Cirugía Plástica y Quemados del Hospital de Quemados Buenos Aires, los casos que se trataron en esa institución médica demostraron resultados contundentes sobre la eficacia del tratamiento de oxigenación hiperbárica en quemaduras, heridas crónicas y radio dermitis o radiolesiones crónicas con años de evolución. Asimismo, el tratamiento tiene muy buena respuesta en úlceras vasculares o varicosas, pie diabético, infecciones óseas crónicas, heridas traumáticas, úlceras por presión y úlceras oncológicas.
En la Clínica de Heridas del Hospital Ramos Mejía de Buenos Aires también se utiliza el tratamiento de oxigenación hiperbárica para intentar prevenir las amputaciones en pie diabético. La evidencia demuestra que se acelera el proceso de cicatrización casi 10 veces dentro del año y en algunos casos puede limitarse la amputación a menor grado (ejemplo: a un dedo y no desde el tobillo).
El uso de oxígeno hiperbárico está en expansión y constituye una herramienta terapéutica eficaz para el tratamiento de heridas crónicas, ya que mejora significativamente la calidad de vida de las personas que padecen heridas de cicatrización compleja por diferentes motivos.
Asesoró: Dra. Mercedes Portas – M.N 56659