La institución argentina especializada en patologías infecciosas continúa dotándose para la atención de los pacientes infectados con COVID-19. Es el tercer hospital del país que incorpora una cámara hiperbárica para estudiar el posible impacto del Oxígeno Hiperbárico en la reducción de tiempos de recuperación y la necesidad de respiradores durante la pandemia
El día de hoy se instaló una nueva Cámara Hiperbárica en el Hospital Muñiz. El dispositivo médico se utilizará para desarrollar un ensayo clínico que tiene como objetivo analizar el efecto que podría tener la Terapia de Oxígeno Hiperbárico para disminuir la progresión dela hipoxemia (bajo nivel de oxígeno en la sangre), la enfermedad respiratoria,el requerimiento de respiradores y los tiempos de recuperación en los pacientes infectados con COVID-19.
Este protocolo de investigación multicéntrico también se lleva a cabo en el Hospital Santojanni y en el Hospital Central de San Isidro. Las tres instituciones recibieron cámaras hiperbáricas de tecnología Revitalair® 430 que fueron donadas por la empresa BioBarica.
La investigadora principal del ensayo clínico en el Hospital Muñiz es la Jefa de Terapia Intensiva, la Dra. Eleonora Cunto. De igual forma, el protocolo cuenta con el aval de la International Hyperbaric Medicine and Research Association (Ihmera) y la coordinación de su presidenta, la doctora Mariana Cannellotto.
El Hospital Muñiz está ubicado en Parque Patricios y es el centro de salud con la mayor cantidad de pacientes con COVID-19. Recientemente, la institución fue remodelada para afrontar el pico de contagios en la pandemia. En ese contexto, se sumaron 136 camas al pabellón Koch para atender a los pacientes con Coronavirus de grado intermedio.
Cabe destacar que la Terapia de Oxígeno Hiperbárico tiene indicaciones aprobadas en distintas patologías infecciosas de consulta muy frecuente en el Hospital Muñiz, como lepra, infecciones necrotizantes, abscesos, infecciones por anaerobios, heridas crónicas infectadas, pie diabético, mucormicosis. Incluso se demostró experimentalmente que fortalece el sistema inmune y disminuye la carga viral del HIV. Por esta razón, la cámara hiperbárica será de gran beneficio para la salud pública y la atención de los pacientes durante y después de la pandemia.
¿Qué es la Terapia de Oxígeno Hiperbárico y cómo ayudaría a los pacientes infectados con COVID-19?
El Tratamiento de Oxigenación Hiperbárica consiste en respirar altas concentraciones de oxígeno (O2) dentro de una cámara presurizada por encima de la presión atmosférica normal. Esto genera hiperoxia que incrementa el volumen de oxígeno disuelto en el plasma sanguíneo. La mayor difusión de oxígeno alcanza todos los tejidos, incluso los afectados. Así, se produce una serie de efectos fisiológicos terapéuticos.
En el caso de los pacientes infectados con COVID-19, el Tratamiento Hiperbárico podría utilizarse en aquellos con falla hipoxémica respiratoria que no presenten contraindicaciones pulmonares. Esto se debe a que produce un aumento en la oxigenación pulmonar y aumenta la respuesta inmune. Así, puede contribuir a recuperar la fase hipóxica (sin oxígeno) aguda de la enfermedad, disminuir la fase inflamatoria, promover la recuperación y acelerar los tiempos para la liberación de camas hospitalarias.
Hasta el momento no se han reportado en Argentina casos de COVID-19 tratados con oxigenación hiperbárica, práctica que ya está documentada en otros países, por lo que este protocolo marca un precedente importante en la investigación sobre posibles tratamientos para la enfermedad.
Como antecedente, durante el primer trimestre del año, en un hospital de Wuhan el Dr. Zhong Xiaoling trató con Cámara Hiperbárica a 5 pacientes infectados con COVID-19. Después de la primera sesión, reportó que se redujeron la disnea y el dolor de pecho. Tras la segunda, la frecuencia respiratoria disminuyó y la dificultad para respirar se alivió más lentamente. A partir del quinto día de tratamiento se recuperaron significativamente los valores arteriales de oxígeno. Se evidenció mejora pulmonar y las tomografías demostraron menores niveles de inflamación en el tejido.